A 240 km al norte de Khartoum, en la margen derecha del río Nilo se encuentra Meroe, es el yacimiento arqueológico más importante de Sudán y está formado por las ruinas de ciudad antigua y la necrópolis.
Comenzamos por la necrópolis real de Meroe, está formada por tres zonas el cementerio este, el sur y el norte. La necrópolis sur y la norte se encuentran un enfrente de la otra y la necrópolis este o necrópolis de los nobles está situada en la ruta que va hacia la ciudad real de Meroe a unos 2 Km.
Recorremos las necrópolis norte y sur, el complejo está formado por 47 pirámides, se construyeron durante la época meroítica del reino de Kush entre los años 300 A.C. y el 400 D.C. Las pirámides son de planta cuadrada y las caras las forman triángulos isósceles, la más alta es de 30m y no se puede entrar porque están construidas formando un bloque, el revestimiento exterior es de arenisca y el interior está formado por escombros, delante de cada pirámide hay un capilla y debajo de la pirámide se encuentra la cámara funeraria que contiene el sarcófago y el cadáver embalsamado.Las capillas y las cámaras funerarias están decoradas con bajo relieves, algunos policromados que muestran a Osiris, Anubis, Horus , Thoth o Isis y las distintas partes del alma, el sahu que es el cuerpo espiritual, el Ib, similar a la idea de alma cristiana, el Ka que es el alma que está conectada al cuerpo y hay que alimentarla cada día y el Ba que es el alma que está conectada al sol. En la cámara se dejaba comida, bebida y se tallaba una puerta falsa para que el difunto pudiera entrar y salir.
En Meroe están enterrados reyes y reinas, las tumbas de los reyes corresponden a los hijos, sobrinos o nietos de las reinas, las reinan reinaban con sus hijos porque ellas eran las que transferían el poder por línea sucesoria. Cuando moría una reina, el trono lo heredaba el varón de la hermana de la reina (sobrino), o el nieto de la reina y éstos reinaban con sus madres.
Estas pirámides estuvieron en el olvido hasta que en siglo XIX que se encontraron sepultadas por la arena del desierto. El hecho de que a la mayoría de las pirámides les falte la cúspide es debido a que el italiano Ferlini buscando financiación para sus excavaciones contó que había encontrado el tesoro en las cúspides cuando realmente lo encontró en las cámaras funerarias.
Abandonamos la necrópolis y nos acercamos a las ruinas de la ciudad real de Meroe, esta ciudad fue un importante nudo de comunicaciones importante hacia Roma, que desde aquí se llevaban leones y jirafas para el circo. Las excavaciones han confirmado que se trata del área central de una población y suburbios, rodeada toda ella de una muralla protectora. Gran parte de la ciudad, sigue enterrada y se calcula que en su época de esplendor vivían en torno a 25.000 personas. Lo primero que vemos es el Templo de Amón, se construyó en dos épocas distintas ya que se puede apreciar las distintas ampliaciones del mismo, seguimos la ruta y llegamos a los baños reales, éstos estaban conectado a mediante una canalización al rio Nilo, dentro hay un espacio, la exedra que se utilizaba para rituales de purificación, destaca la decoración con elefantes y leones. Como dato curioso debajo de las escaleras del Templo del León se encontró una cabeza de bronce del emperador Augusto enterrada para simbolizar que la reina había conquistado parte de su territorio.
Visitamos la necrópolis este o necrópolis de los nobles. Las pirámides son más pequeñas que las de la necrópolis norte y sur y su construcción es igual a las anteriores.
Para acabar el día disfrutamos de la puesta de sol en la necrópolis de los reyes y reinas.
Meroe fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el 2011, desde el 2014 Qatar y el Instituto alemán de arqueología se encarga de su catalogación, conservación y restauración.
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