Comenzamos nuestra ruta hacia el sur de Etiopía, pasamos por un tramo de la falla del Rift, en este gran valle se formaron una sucesión de lagos, el primer lago en el que paramos fue el el lago Ziway, el lago tiene 25 kilómetros de largo y 20 km de ancho y una profundidad máxima de 4 metros. Mientras tomábamos un café desde la orilla vimos marabúes, pelícanos, ibis, cigüeñas y cormoranes.
Seguimos ruta y nuestra siguiente parada fue en el Parque Nacional de Nechisar, está situado entre los lagos Abbaya y Chamo y tiene una superficie de 700 Km². En cuanto a vegetación principalmente es sabana, menos a orillas del lago que se encuentran los bosques de ribera, en el parque se encuentran 38 especies de mamíferos, nosotros tomamos una lancha y pudimos estar cerca de águilas, gansos del Nilo, cigüeñas, cocodrilos e hipopótamos.
Al día siguiente seguimos ruta hacia la montañas de Checha al noroeste de Arbamich donde vive el pueblo Dorze. Los Dorze son una de las etnias mas avanzadas de Etiopía, el jefe de la etnia es un rastafari, se dedican a la producción textil, las mujeres hilan y los hombres tejen,confeccionan telas del algodón para las túnicas típicas (los shammas), y otras telas mas gruesas tipo mantas para ponchos.
Sus viviendas se llaman casas elefantes porque la forma recuerda al animal, la entrada parece la trompa y las dos mini ventanas parecen los ojos, el material utilizado es el enset o falso banano y cañas de bambú, cuentan con una entrada y una estancia que hace de cocina y cuarto de estar y otra que es el dormitorio, en la parte exterior suele haber un pequeño jardín en la posterior un pequeño huerto y en un lado un cercado para animales. Las casas suelen medir 12 m de altura , duran unos 50 años y se pueden transportar de un sitio a otro.
En el centro del poblado hay una cabaña comunitaria, allí probamos el kocho, son unas tortitas hechas de raspadura de falso banano, primero se raspa el banano, luego se envuelve en las hojas y se entierra durante 4 o 5 meses para que fermente, posteriormente se saca y se cuece, el resultado son una tortitas parecidas a las hechas de maíz que comimos con miel.
Salimos del poblado y nos acercamos al mercado, lo que me llamó la atención es que te dan la mano para que simplemente pasees,es gente amable y muchos de ellos se acercan para hablar, incluso un grupo de mujeres me invitó a beber con ellas un aguardiente.
Deja una respuesta